viernes, 13 de noviembre de 2015

Clarinadas - El justo homenaje a un paladín del Catolicismo - ALERTA DE MONS. ATHANASIUS SCHNEIDER: LA PUERTA FALSA HACIA UNA PRACTICA NEO-MOSAICA EN EL SINODO - COMUNICADO: Adhesión del Instituto Plinio Corrêa de Oliveira a la sólida y valiente Declaración de Mons. Athanasius Schneider sobre el Sínodo - CATOLICOS PROTEGIERON LA CATEDRAL DE MAR DEL PLATA ASALTADA POR LA INTOLERANCIA LGBT - A DIOS LO MEJOR – ¿ABOGO SAN FRANCISCO POR UN CULTO CATOLICO POBRE Y SIN POMPA? - PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA COMO ESTUDIANTE Y ACTIVISTA CATOLICO –

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PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA – VEINTE AÑOS DE SU FALLECIMIENTO

El justo homenaje a un paladín del Catolicismo


Reproducido de:
Tradición y Acción Perú
El pasado 3 de octubre, al cumplirse veinte años del fallecimiento de Plinio Corrêa de Oliveira, la figura y la gesta del líder católico fueron conmemoradas con diversos homenajes en la ciudad donde nació y vivió, São Paulo.
La serie de eventos se inauguró el día 2 de octubre con un banquete ofrecido por el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira (IPCO) a cerca de 300 miembros de las TFPs y asociaciones congéneres inspiradas en su pensamiento y acción de 27 países, venidos especialmente para la ocasión, entre ellos una delegación de peruanos.
El presidente de la Fédération Pro Europa Christiana, Dr. Caio Xavier da Silveira saludó a los asistentes y explicó el sentido de los homenajes, resaltando cómo en los 20 años transcurridos desde la desaparición del gran líder católico su obra, superando pruebas mayúsculas, se viene expandiendo de manera providencial. Enseguida el duque Paul von Oldemburg, dirigente de la TFP alemana, destacó la masiva presencia de jóvenes —muchos de ellos nacidos después del fallecimiento del Dr. Plinio— que en estos veinte años han ingresado a las diversas TFPs, demostrando así que la Santísima Virgen vela por la continuidad de su gesta en defensa de la civilización cristiana.
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Durante el almuerzo, el Duque Paul von Oldenburg se dirige a los presentes destacando la expansión de las TFPs en la juventud actual (foto PRC)
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Foto posterior al banquete en el Jockey Club de Sao Paulo.

Solemne Misa pontifical y desfile de homenaje

Al día siguiente, 3 de octubre, se ofició en la iglesia abacial de San Benito, en el centro de São Paulo, una solemne Misa pontifical en rito tridentino, que contó con la presencia de la Imagen Peregrina internacional de Nuestra Señora de Fátima venida especialmente de los Estados Unidos. Fue celebrada por Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astana en Kazakstán, y asistida por cuatro sacerdotes (tres acólitos y un ceremoniario), además de siete jóvenes clérigos auxiliares. La unción, el esplendor y la armoniosa cadencia del ceremonial litúrgico tradicional, acompañado de músicas de órgano y canto gregoriano, encantaron y hasta conmovieron a los presentes, muchos de los cuales asistían a una Misa pontifical por primera vez.
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Escenas de la misa pontifical celebrada por Mons. Athanasius Schneider el día 3 de octubre.
Tras la Misa se realizó un imponente desfile que atravesó el centro de São Paulo desde el templo hasta el llamado Patio del Colegio, local histórico donde san José de Anchieta, el apóstol del Brasil, fundara la ciudad. Contó con centenares de participantes, entre miembros de las TFPs y corresponsales de ambos sexos, especialmente del Brasil y de los Estados Unidos. Decenas de grandes estandartes y la banda de música de la TFP norteamericana con sus gaitas, trompetas y tambores, daban a la marcha una nota a la vez épica y festiva que despertó la admiración del público. En el local de llegada tres jóvenes miembros de las TFPs de Polonia, Estados Unidos y Brasil discursaron agradeciendo al Dr. Plinio por su insuperable ejemplo como batallador por la causa católica.
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Tras la Misa se realizó un imponente desfile que atravesó el centro de São Paulo. En la foto anterior, cooperadores del IPCO llevan en andas la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de Fátima que vertió lágrimas en Nueva Orleans.

La expansión de una cruzada ideológica

Por la tarde se realizó en el prestigioso auditorio del Club Homs una presentación audiovisual, mostrando el crecimiento de la actuación de las TFPs y asociaciones congéneres de todo el mundo en los últimos años. La parte final fue dedicada a la reciente campaña internacional Filial Súplica sobre el futuro de la Familia, pidiendo al Papa Francisco que disipe la confusión reinante sobre matrimonio y familia y ratifique categóricamente las enseñanzas de la Iglesia en esos temas. La iniciativa superó 850 mil adhesiones llegadas de 178 países (el 91% de las naciones de la Tierra), incluyendo las de 207 cardenales, arzobispos y obispos.
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Discursos y proyecciones en homenaje al Dr. Plinio Corrêa de Oliveira en el 20º aniversario de su fallecimiento (Club Homs – San Pablo – Fotos PRC)

Atendiendo el interés del público católico

La vida y la personalidad de Plinio Corrêa de Oliveira atraen cada vez más el interés del público católico. Para satisfacer ese justo interés fueron presentados en la misma sesión tres nuevos libros sobre ese pilar del catolicismo, editados recientemente:
Mi vida pública – Es una atrayente recopilación de memorias autobiográficas, repleta de hechos inéditos y apasionantes, especialmente relacionados con su lucha contra la conspiración neomodernista en la Iglesia.

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Portada del libro “Plinio Corrêa de Oliveira, profeta del Reino de María”, de Roberto de Mattei.
Plinio Corrêa de Oliveira, profeta del Reino de María, del renombrado historiador Roberto de Mattei – Expone cómo el eje del pensamiento, la espiritualidad y la actuación del líder católico brasileño fue el combate al proceso revolucionario que embiste contra la Iglesia y la civilización cristiana, preparando así la gran restauración católica predicha por muchos santos en los últimos siglos y denominada Reino de María por San Luis María Grignion de Monfort.
Encuentro con Plinio Corrêa de Oliveira, paladín católico en tiempos turbulentos, de
Mathias von Gersdorff – Una amena descripción de la personalidad del Dr. Plinio, a través de hechos de su vida pública y cotidiana, en los que trasluce su espíritu católico. El libro ha recibido cálidas cartas de elogio del Cardenal Walter Brandmüller y del Arzobispo de Liechtenbstein, Mons. Wolfgang Haas.
Finalmente, en la mañana del 4 de octubre, frente a la tumba del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, Monseñor Schneider, acompañado de varios sacerdotes y cientos de asistentes, dirigió el rezo del santo Rosario por sus intenciones. Y por la noche tuvo lugar la solemne clausura de las conmemoraciones, presidida por la Imagen Peregrina internacional de la Virgen de Fátima. Discursaron el arquitecto Adolpho Lindenberg, presidente del Instituto Plinio Corrêa de Oliveira (IPCO); el miembro fundador de la TFP brasileña y director del IPCO, Dr. Eduardo de Barros Brotero, el renombrado historiador italiano Prof. Roberto de Mattei, dirigentes de las recién fundadas TFPs de Holanda y Lituania, y el vicepresidente de la TFP norteamericana Sr. John Horvat.
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Frente a la tumba del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira cientos de personas rezaron un rosario por sus intenciones.
El orador final fue Mons. Athanasius Schneider, quien exaltó a Plinio Corrêa de Oliveira como “instrumento de la Providencia divina para nuestros tiempos” y expresó su agrado de ver su espíritu presente en tantos discípulos que exhiben su condición de católicos “alegres, convencidos y valientes”, sin complejos de inferioridad, con la alegría de luchar por “Dios que alegra nuestra juventud” (cfr. Salmo 43, 4). “Constato con toda consolación —agregó— ese espíritu de juventud” presente incluso en los más veteranos. Y concluyó evocando palabras del Dr. Plinio al fin de su vida, que dijo considerar “como un testamento: «Permanezcan fieles a Nuestra Señora, y Ella hará el resto».
La nota común de esos inolvidables eventos fue la alegría de constatar cómo la cruzada ideológica en defensa de la Iglesia y la cristiandad, emprendida por Plinio Corrêa de Oliveira en el siglo XX, se expande y fructifica en el siglo XXI bajo la protección de la Santísima Virgen. Y ese es el mejor homenaje que sus discípulos pueden tributarle.
007 Roland recortado chiquito ALERTA DE MONS. ATHANASIUS SCHNEIDER: LA PUERTA FALSA HACIA UNA PRACTICA NEO-MOSAICA EN EL SINODO
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http://bastionfamilia.blogspot.com.ar/2015/11/alerta-de-mons-schneider-la-puerta.html
La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (del 4 al 25 de Octubre de 2015), que se dedicó al tema de “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”, emitió un informe final (Relatio finalis) con algunas propuestas pastorales que fueron presentadas al criterio del Papa. El documento en sí es solamente de carácter consultivo y no posee un valor magisterial formal.
Sin embargo, durante el Sínodo, aparecieron los nuevos fariseos y verdaderos nuevos discípulos de Moisés, que en los numerales 84 al 86 del Informe Final abrieron la puerta falsa (con bombas de relojería inminentes) para la admisión a la Santa Comunión de los divorciados vueltos a casar. Al mismo tiempo, los obispos que defendieron intrépidamente a “la Iglesia [que] profesa la propia fidelidad a Cristo y a su verdad” (Exhortación Apostólica de Juan Pablo II Familiaris Consortio, 84) se encontraron etiquetados injustamente como fariseos en algunos medios de comunicación. (…)

Para leer esta importante declaración hacer click en blog Bastión del Norte
//bastionfamilia.blogspot.com.ar/2015/11/alerta-de-mons-schneider-la-puerta.html
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COMUNICADO: Adhesión del Instituto Plinio Corrêa de Oliveira a la sólida y valiente Declaración de Mons. Athanasius Schneider sobre el Sínodo
Mons. Athanasius Schneider emitió una oportuna declaración sobre el Informe Final del Sínodo de los Obispos en la que –con base en sólidos argumentos – hace comentarios sobre los números 84 a 86 del citado Informe.
La XIV Asamblea General del Sínodo de los Obispos que se realizó del 4 al 25 de octubre pasado, dedicada al tema “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo,” presentó un Informe Final con algunas propuestas pastorales sometidas al Papa Francisco.
La naturaleza del documento es meramente consultiva y no posee carácter magisterial formal.
Tales consideraciones, amparadas en la perenne doctrina católica, las que el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira asume, lanzan un vigoroso alerta contra el contenido del Informe: (…)
Para leer el texto completo en castellano haga click en:
http://aristocraciacatolica.blogspot.com.ar/2015/11/comunicado-adhesion-del-instituto.html
Para leer el texto en portugués haga click en:
http://www.abim.inf.br/comunicado-adesao-do-instituto-plinio-correa-de-oliveira-a-solida-e-corajosa-declaracao-de-dom-athanasius-schneider-sobre-o-sinodo/#.Vj4bcl7SMpo
007 Roland recortado chiquito CATOLICOS PROTEGIERON LA CATEDRAL DE MAR DEL PLATA ASALTADA POR LA INTOLERANCIA LGBT
Una gruesa columna de feministas, militantes LGBT y partidos de extrema izquierda intentó profanar la bella catedral de la ciudad de Mar del Plata en Argentina. Escribe Luis Dufaur (texto en portugués). Presenta  videos de Telefé y LifeSiteNews

http://ipco.org.br/ipco/familia/revolucao-cultural-familia/aborto/catolicos-protegeram-a-catedral-de-mar-del-plata-assaltada-pela-intolerancia-lgbt
007 Roland recortado chiquitoA DIOS LO MEJOR – ¿ABOGO SAN FRANCISCO POR UN CULTO CATOLICO POBRE Y SIN POMPA?
Tradición y Acción Perú
St Francis by ZurbaranLeo Daniele
“¡Ya sé de qué se trata aquí! ¡Lo puedo ver ya en el título!”, podrá decir algún lector.
Dejemos que esos lectores que son hostiles a la pompa en la liturgia de la Iglesia se preparen para una sorpresa: San Francisco abogó precisamente por lo contrario, ¡y cuán enfáticamente! (…)
San Francisco de Asís meditando – Cuadro de Zurbarán
Para leer este artículo completo haga click en el vínculo que sigue:

http://www.tradicionyaccion.org.p/spip.php?article363
Red and gold vestments, said to have been used by Vincent de Paul Imagen003 Casulla autocorrecc

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♦ Si desea agrandarlas,  haga ‘click’ sobre las imágenes

⇐Suntuosa casulla de San Vicente de Paul, abnegado padre de los pobres.
♦    ♦    ♦
⇒Venerable y esplendorosa casulla de San Francisco Solano, “el Apóstol de América”, con bordados de oro y seda, como reza la placa recordatoria conservada en su Celda-capilla del Convento franciscano de Sgo. del Estero (Argentina) – Otra casulla del mismo estilo y esplendor del gran taumaturgo  -que decía: “soy solo y pobre”- puede admirarse y venerarse en el Convento de San Francisco  de San Miguel de Tucumán. Estas reliquias  son muestras de la sabiduría del espíritu franciscano: desprendimiento y pobreza para sí -conforme a la vocación a que la Providencia llama a cada uno-, Belleza para Dios! (Fotos de archivo de nuestra R.).
007 Roland recortado chiquitoPLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA COMO ESTUDIANTE Y ACTIVISTA CATOLICO – 
Notas basadas en “ENCUENTRO CON PLINIO CORRÊA de OLIVEIRA – Luchador católico en tiempos de tormenta “, de Mathias von Eine Begegnung mit PCdeO 900 bytesGersdorff, ed. original alemana5ª nota (*)

Desde 1928 en la Facultad de Derecho de San Pablo
Miembro ya de las Congregaciones Marianas entra a la Universidad, centro de la élite jurídica positivista. La fidelidad de Plinio se pondría severamente a prueba, por primera vez en su vida.
Podría haber optado por una vida estudiantil ajena a las contiendas políticas e ideológicas pero ya se perfilaba como dirigente del movimiento católico. Para entonces se había formado una idea clarísima de la Revolución anticristiana mundial y de su modo de atacar a la Iglesia y la Civilización Cristiana, situación con la cual no podía conformarse adoptando una actitud pasiva.
Una serie de acontecimientos modificaría la vida del país.
Como reacción católica funda, con otros miembros de las Congregaciones Marianas en la Facultad de Derecho, la AUC (Acción Universitaria Católica), de carácter militante; y redacta el manifiesto “En defensa de los más altos intereses de la Iglesia, la Civilización y la patria brasileña”, mostrando que no era posible seguir viviendo en una situación de separación entre la conciencia cívica y la religiosa que implicaría el abandono de los principios perennes que orientan la humanidad hasta nuestros días.
En la hoja informaba que el manifiesto se estaba difundiendo en todas las facultades de San Pablo, convocando a los congregados marianos a involucrarse en el combate: Hoy cada católico es desde luego un luchador. En una ciudad ante cuyas puertas se ha presentado el enemigo, todos sus habitantes se encuentran en estado de guerra. Pelean como pueden, y traidor es aquel que, ante las incertidumbres de la lucha huye, buscando un cobarde refugio en su casa. En esta lucha de proporciones ciclópeas, cada católico debe ser un luchador y cada luchador un verdadero héroe.
Aclaraba que la lucha se desarrollaba en unión con las finalidades y directivas del Episcopado. Eso era posible entonces, porque el Episcopado tenía una actitud unida ante la problemática del momento. Más tarde, por la infiltración del socialismo y del comunismo, dicha unidad se perdió. Finalizaba el llamado a las Congregaciones Marianas con una invocación a la Madre de Dios.
La acción estudiantil se centró en un programa común. El modo de actuar de la AUC no se diferenciaba mayormente de las iniciativas de Plinio Corrêa de Oliveira de tiempos posteriores.
Queriendo defender los valores católicos en el campo político, se negó a una fundación partidaria. Pues tal fundación habría puesto en riesgo los propios intereses católicos.
Su estrategia fue muy avanzada como lo confirmó el surgimiento posterior de los movimientos de base. Teniendo en vista no los partidos ni las personas sino los temas, fundó lo que más tarde se llamaría un “grupo de presión”, que podría actuar sobre los candidatos para que representen los fines e intereses del movimiento estudiantil.
La AUC tenía sus propios candidatos en las distintas listas partidarias y en ellas representaban los intereses católicos. La presencia en el “Centro” no era el fin sino un medio para llegar al objetivo central.
Más tarde, la “Liga Electoral Católica” actuaría siguiendo ese patrón y lograría inestimables resultados.
La acción en la Facultad logró desterrar completamente el espíritu positivista al punto que, en el año de graduación de Plinio Corrêa de Oliveira, se celebró una misa en el patio, en el que –algo inédito- participaron casi todos los estudiantes y profesores.
Este logro mostró también que los círculos anticatólicos no tenían la fuerza que aparentaban tener. Habían intimidado una gran minoría, tal vez la mayoría de los católicos. Fue necesaria una acción hábil y decidida para forjar una voz católica potente.
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(*) N. de la Redacción: en la sección Clarinadas de los boletines precedentes -con excepción del anterior a éste-  el lector podrá encontrar las cuatro notas respectivas  comentando aspectos de la obra „Begegnung mit Plinio Corrêa de Oliveira – Katholischer Streiter in stürmischer Zeit”“Encuentro con Plinio Corrêa de Oliveira – Luchador católico en tiempos de tormenta” , del escritor alemán Mathias von Gersdorff. También podrá encontrarlas haciendo click en el “tag” Begegnung mit Plinio Corrêa de Oliveira – Encuentro con Plinio Corrêa de Oliveira o con el buscador (“search”).

domingo, 8 de noviembre de 2015

Comunicado: Adhesión del Instituto Plinio Corrêa de Oliveira a la sólida y valiente Declaración de Mons. Athanasius Schneider sobre el Sínodo

domingo, 8 de noviembre de 2015

Comunicado: Adhesión del Instituto Plinio Corrêa de Oliveira a la sólida y valiente Declaración de Mons. Athanasius Schneider sobre el Sínodo



Mons. Athanasius Schneider, Obispo Auxiliar de Astana (Kazakstán), emitió una oportuna declaración sobre este documento para el site “Rorate Caeli” bajo el título “El Informe Final del Sínodo abre la puerta trasera a una práctica neo-mosaica” en la cual, con base en sólidos argumentos, hace comentarios sobre los números 84 a 86 del citado Informe.

COMUNICADO: Adhesión del Instituto Plinio Corrêa de Oliveira a la sólida y valiente Declaración de Mons. Athanasius Schneider sobre el Sínodo

Mons. Athanasius Schneider emitió una oportuna declaración sobre el Informe Final del Sínodo de los Obispos en la que –con base en sólidos argumentos - hace comentarios sobre los números 84 a 86 del citado Informe.
La XIV Asamblea General del Sínodo de los Obispos que se realizó del 4 al 25 de octubre pasado, dedicada al tema “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo,” presentó un Informe Final con algunas propuestas pastorales sometidas al Papa Francisco. 
La naturaleza del documento es meramente consultiva y no posee carácter magisterial formal.
Tales consideraciones, amparadas en la perenne doctrina católica, las que el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira asume, lanzan un vigoroso alerta contra el contenido del Informe:
·        Dicho contenido cede a la presión ideológica de la cultura dominante que se propone extinguir la indisolubilidad del casamiento por la difusión de la anticultura del divorcio y del concubinato.
  • Omite toda reprensión a los divorciados vueltos a casar civilmente que viven more uxorio por su estado de vida gravemente pecaminoso, y los eximen del pecado de adulterio mediante argumentos que tienden a disminuir su responsabilidad subjetiva;
  • Induce, por lo tanto, a personas que viven en situaciones irregulares a permanecer en tales uniones y a profanar el Sacramento del Matrimonio;
  • Escandaliza a los fieles y a la sociedad como un todo por la idea de admitir a personas que violan públicamente el sexto Mandamiento a las funciones de lector en la misa, catequista, padrino o miembro del consejo parroquial;
  • Por su ambigüedad abre la puerta trasera a la admisión a la Sagrada Comunión de los divorciados vueltos a casar civilmente, lo que acarreará la profanación del mayor de los sacramentos, la Sagrada Eucaristía;
  • Inaugura una cacofonía, una confusión magisterial y pastoral, en contradicción con enseñanzas y prácticas perennes y bi-milenarias de la Iglesia Católica.
*       *       *
Como afirma acertadamente el celoso Obispo Auxiliar de Astana, los promotores de esas alteraciones –neo-fariseos- de la doctrina sempiterna de la Iglesia, son los adeptos de la llamada “agenda Kasper”, que, al igual que sus precursores del tiempo de Jesucristo, se valen de formulaciones ambiguas para introducir nuevas tradiciones contra los Mandamientos de Dios.
El Instituto Plinio Corrêa de Oliveira, aunque dirigido y compuesto por católicos laicos, no acostumbra tomar posición en cuestiones estrictamente teológicas, litúrgicas y canónicas, tales como la admisión de divorciados vueltos a casar civilmente a la Sagrada Eucaristía.
Sin embargo, lo que está en juego en este conflicto teológico-canónico es la permanencia de la Iglesia Católica como baluarte del casamiento indisoluble y de la familia. Si la Iglesia admitiese el divorcio, lo que es estrictamente imposible por la promesa de su divino Fundador, de ello advendrían las mayores catástrofes para el propio orden temporal.
Siendo ello así, en coherencia con los principios que lo han guiado en defensa de la institución de la familia, el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira invoca la protección de la Ssma. Virgen, a quién la Sagrada Escritura compara con un ejército en orden de batalla –“ut castrorum Acies Ordinata”- para frenar esta embestida contra la institución cuyo modelo es la Sagrada Familia. Y se une toto corde a la categórica afirmación de resistencia de Mons. Athanasius Schneider a aquellos que hoy intentan adulterar el depósito de la fe y de la moral evangélica:
“Non possumus!” Yo no aceptaré un discurso ofuscado ni una puerta falsa, hábilmente ocultada para la profanación del sacramento del Matrimonio y de la Eucaristía. Del mismo modo, no voy a aceptar una burla al sexto mandamiento de Dios. Prefiero ser ridiculizado y perseguido en lugar de aceptar textos ambiguos y métodos insinceros. Prefiero la cristalina “imagen de Cristo, la Verdad, en lugar de la imagen del zorro [suplantado en el mosaico y] adornado con piedras preciosas” (San Ireneo), porque “yo sé a quién he creído”, “Scio, Cui credidi!” (II Timoteo 1: 12 ).

Instituto Plinio Corrêa de Oliveira

sábado, 7 de noviembre de 2015

Alerta de Mons. Schneider: La puerta falsa hacia una práctica neo-mosaica en el Informe Final del Sínodo




El celoso Obispo Mons. Athanasius Schneider

Reproducido del site Rorate Caeli - Agradecemos su gentileza (ver nota al final de esta entrada)


La puerta falsa hacia una práctica neo-mosaica 
en el Informe Final del Sínodo
Mons. Athanasius Schneider,
Obispo Auxiliar de Santa María de Astaná 

La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (del 4 al 25 de Octubre de 2015), que se dedicó al tema de “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”, emitió un informe final (Relatio finalis) con algunas propuestas pastorales que fueron presentadas al criterio del Papa. El documento en sí es solamente de carácter consultivo y no posee un valor magisterial formal.
Sin embargo, durante el Sínodo, aparecieron los nuevos fariseos y verdaderos nuevos discípulos de Moisés, que en los numerales 84 al 86 del Informe Final abrieron la puerta falsa (con bombas de relojería inminentes) para la admisión a la Santa Comunión de los divorciados vueltos a casar. Al mismo tiempo, los obispos que defendieron intrépidamente a “la Iglesia [que] profesa la propia fidelidad a Cristo y a su verdad” (Exhortación Apostólica de Juan Pablo II Familiaris Consortio, 84) se encontraron etiquetados injustamente como fariseos en algunos medios de comunicación.
Durante las dos últimas Asambleas del Sínodo (en 2014 y en 2015), los nuevos discípulos de Moisés y los nuevos fariseos maquillaron el hecho de negar la indisolubilidad del matrimonio y el hecho de suspender el sexto mandamiento, en base a un supuesto ‘caso por caso’, bajo el pretexto de un nuevo concepto de la misericordia o del uso de expresiones tales como: “el camino de discernimiento”, “acompañamiento”, “orientaciones del obispo”, “diálogo con el sacerdote”, “foro interno,” “una integración más plena en la vida de la Iglesia” o “una posible supresión de la imputabilidad sobre la convivencia en uniones irregulares (cf. Informe Final, nn. 84-86).
De hecho, esta sección del texto en el Informe Final, contiene trazas de una práctica neo-mosaica del divorcio, a pesar de que los redactores, con habilidad, y de una manera astuta, evitaron cualquier cambio directo en la doctrina de la Iglesia. Por lo tanto, todas las partes, tanto los promotores de la llamada “agenda Kasper” como sus oponentes, se encuentran aparentemente satisfechos al afirmar: “Todo está bien. El Sínodo no cambió la doctrina”. Sin embargo, esta percepción es bastante ingenua, porque ignora la puerta falsa y las bombas de relojería contenidas en la sección del texto antes mencionado y que se hacen manifiestas ante un examen cuidadoso del texto debido a sus propios criterios internos de interpretación.
Incluso, cuando se habla de un “camino de discernimiento”, se está hablando de “arrepentimiento” (Informe Final, numeral 85.). No obstante, se mantiene aquí, gran cantidad de ambigüedades. De hecho, de acuerdo con las reiteradas afirmaciones del Cardenal Kasper y de clérigos afines, tal arrepentimiento se refiere a los pecados pasados ​​contra el cónyuge del primer matrimonio válido, y de hecho, el arrepentimiento del divorciado no puede referirse a los actos de su cohabitación marital con la nueva pareja con la que se casó por lo civil.
La aserción (en los númerales 85 y 86 del Informe Final), de que un discernimiento tiene que ser hecho de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y en base a un juicio correcto, continúa aun así siendo ambigua. De hecho, el Cardenal Kasper juntamente con clérigos afines, aseguraron enfática y reiteradamente que la admisión de los divorciados vueltos casar a la Santa Comunión no toca el dogma de la indisolubilidad y la sacramentalidad del matrimonio, y que una sentencia en conciencia, en este caso, tiene que ser considerada como correcta, incluso cuando los divorciados vueltos a casar sigan conviviendo como matrimonio de hecho; y que no deben ser obligados a vivir en total continencia como hermano y hermana.
Al citar el famoso numeral 84 de la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio de Juan Pablo II, los redactores del numeral 85 en el Informe Final, censuraron el texto, eliminando la siguiente formulación decisiva: “La forma de la Eucaristía sólo puede ser concedida a los que toman sobre sí el deber de vivir en plena continencia, es decir, de abstenerse de los actos propios de los esposos”.
Esta práctica de la Iglesia se basa en la revelación divina de la Palabra de Dios: escrita y transmitida a través de la Tradición. Esta práctica de la Iglesia es una expresión de la tradición ininterrumpida que va desde los Apóstoles y, por lo tanto, permanece inmutable por todos los tiempos. Ya San Agustín afirmó: “Quien rechaza a su esposa adúltera y se casa con otra mujer, mientras que su primera esposa aún vive, se mantiene perpetuamente en el estado de adulterio. Un hombre así no hará ninguna penitencia eficaz mientras se niegue a abandonar a la nueva esposa. Si él es un catecúmeno, no puede ser admitido en el bautismo, porque su voluntad permanece arraigada en el mal. Si es un penitente (ya bautizado), no puede recibir la reconciliación (eclesiástica), en tanto y en cuanto no rompa con su mala actitud.” (De adulterinis coniugiis, 2, 16). De hecho, la censura intencionada antes mencionada de la enseñanza de Familaris Consortio n. 85 en el Informe Final, representa para cualquier hermenéutica coherente, la clave para la interpretación de la sección sobre de los divorciados vueltos a casar (numerales 84-86).
En nuestros días existe una presión ideológica permanente y omnipresente en nombre de unos medios de comunicación, que son a su vez compatibles con el pensamiento único impuesto por las potencias mundiales anti-cristianas, con el objetivo de abolir la verdad acerca de la indisolubilidad del matrimonio – banalizar lo sagrado carácter de esta institución divina mediante la difusión de una anti-cultura del divorcio y el concubinato. Ya hace 50 años, el Concilio Vaticano II afirmó que los tiempos modernos están infectadas con la plaga del divorcio (cf. Gaudium et spes, 47). El mismo Concilio advierte que el matrimonio cristiano, como sacramento de Cristo, “no sea profanado por el adulterio o el divorcio” (Gaudium et spes, 49).
La profanación del “gran sacramento” (Ef. 5, 32) del matrimonio por el adulterio y el divorcio, ha alcanzado proporciones masivas a un ritmo alarmante, no sólo en la sociedad civil, sino también entre los católicos. Cuando los católicos por medio del divorcio y el adulterio (que en la teoría y en la práctica rechazan la voluntad de Dios expresada en el sexto mandamiento), se ponen en serio peligro espiritual de perder su salvación eterna.
El acto más misericordioso que se podría hacer en nombre de los Pastores de la Iglesia, sería la de llamar la atención sobre este peligro por medio de una clara – y al mismo tiempo caritativa – admonición sobre la necesidad de aceptar completamente el sexto Mandamiento de la Ley de Dios. Tienen que llamar a las cosas por su nombre, exhortando: “el divorcio es el divorcio”, “el adulterio es adulterio” y “quienes cometen pecados graves consciente y libremente, contra los Mandamientos de Dios – y en este caso en concreto, contra el sexto mandamiento – y muere sin arrepentimiento recibirán condenación eterna y serán excluidos para siempre del Reino de Dios”.
Tal amonestación y exhortación sería precisamente la obra del Espíritu Santo como Cristo nos enseñó: ” y cuando Él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio” (Juan 16: 8). Al explicar la obra del Espíritu Santo en “El Espiritu que convence al mundo en lo referente al pecado“, el Papa Juan Pablo II dijo: “Cada pecado, realizado en cualquier lugar y momento, hace referencia a la Cruz de Cristo y por tanto, indirectamente también al pecado de quienes « no han creído en él », condenando a Jesucristo a la muerte de Cruz.” (Encíclica Dominum et Vivificantem, 29). Los que llevan a cabo una vida de casados ​​con una pareja, que no sea su cónyuge legítimo (como es el caso de los divorciados vueltos a casar civilmente), rechazan la voluntad de Dios. El convencer a esas personas en lo referente a este pecado, es una obra movida por el Espíritu Santo y mandada por Jesucristo; y por lo tanto es una obra eminentemente pastoral y misericordiosa.
Lamentablemente, el Informe Final del Sínodo omitió concretamente, la obligación de tratar de convencer a los divorciados vueltos a casar en lo referente a su respectivo pecado. Mas al contrario, los Padres sinodales, bajo pretexto de misericordia y de una falsa pastoral, apoyaron las formulaciones de los numerales 84-86 en la Relatio, tratando de encubrir el peligroso estado espiritual de los divorciados vueltos a casar.
De facto, les dicen que su pecado de adulterio no es pecado, y que definitivamente el adulterio no lo es; o al menos que no es un pecado grave; y que no hay peligro espiritual en su estado de vida. Tal comportamiento, por parte de estos pastores, es directamente contrario a la obra del Espíritu Santo y, por tanto, es anti-pastoral y una obra de los falsos profetas a los que se podría aplicar las siguientes palabras de la Sagrada Escritura: “ ¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal; que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad; que dan amargo por dulce, y dulce por amargo!” (Is.5:20) y: “Tus profetas vieron para ti visiones de falsedad e insipidez. No revelaron tu culpa, para cambiar tu suerte. Oráculos tuvieron para ti de falacia e ilusión.” (Lm 2: 14). Sin duda, a tales obispos el apóstol Pablo, diría hoy estas palabras: “ Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. “ (II Co 11:13).
El texto del Informe Final del Sínodo no sólo omite convencer de forma inequívoca a los divorciados vueltos a casar civilmente de lo gravemente pecaminoso y adúltero que es este estilo de vida que lleva, sino que justifican indirectamente ese estilo de vida, básicamente, al asignar esta cuestión al ámbito de la conciencia individual y por medio de una inadecuada aplicación del principio moral de imputabilidad en el caso de cohabitación de los divorciados vueltos a casar. De hecho, la aplicación del principio de imputabilidad a una vida estable, permanente y pública, en adulterio es incorrecto y engañoso.
La disminución de la responsabilidad subjetiva se da sólo en el caso de parejas que tengan el firme propósito de vivir en plena continencia y de hacer esfuerzos sinceros en el mismo. Mientras estas parejas persistan intencionalmente en continuar una vida de pecado, no podrá haber una suspensión de imputabilidad. Da la impresión, que el Informe Final sugirió, que el estilo de vida pública en adulterio – como lo es el caso de los que se vuelven a casar por lo civil – no está violando el vínculo sacramental e indisoluble del matrimonio o de que no representa un pecado mortal o grave y que esta cuestión es, además, una cuestión de conciencia privada. De este modo se puede afirmar, una deriva más próxima hacia el principio protestante sobre el juicio subjetivo en cuestiones de fe y disciplina, y una cercanía intelectual a la errónea teoría de la “opción fundamental“; teoría que ya ha sido condenada por el Magisterio (Cf. Juan Pablo II, Encíclica Veritatis Splendor, 65-70).
Los Pastores de la Iglesia no deben promover, en ningún caso, la cultura de divorcio entre los fieles. Se debe evitar incluso, el más pequeño de los indicios por ceder ante la práctica o a la cultura del divorcio. La Iglesia en su conjunto debe de dar un testimonio convincente y fuerte en relación a la indisolubilidad del matrimonio. El Papa Juan Pablo II dijo del divorcio: “ Tratándose de una plaga que, como otras, invade cada vez más ampliamente incluso los ambientes católicos, el problema debe afrontarse con atención improrrogable. “ (Familiaris consortio, 84).
La Iglesia tiene que ayudar a los divorciados vueltos a casar con amor y con paciencia para que reconozcan su propio pecado y para ayudarles a convertirse, con todo su corazón, a Dios y a la obediencia debida a Su santa voluntad, que está expresada en el sexto Mandamiento. Mientras continúen dando un anti-testimonio público de indisolubilidad del matrimonio, contribuyendo con la cultura de divorcio, los divorciados vueltos a casar no podrán ejercer aquellos ministerios litúrgicos, catequéticos e institucionales dentro de la Iglesia, que exigen por su propia naturaleza una vida pública de acuerdo con los mandamientos de Dios.
Es obvio, que los infractores públicos del quinto y séptimo Mandamientos –por poner un ejemplo- tales como los propietarios de una clínica abortista o los colaboradores de una red de corrupción, no sólo no pueden recibir la Santa Comunión, sino que evidentemente, no podrán ser admitidos a servicios públicos litúrgicos y catequéticos. De manera análoga, los infractores públicos del sexto mandamiento, como los divorciados vueltos a casar, no pueden ser admitidos al puesto de lectores, padrinos o catequistas. Por supuesto que uno tiene que distinguir entre la gravedad del mal causado por el estilo de vida de promotores públicos de aborto y corrupción con el mal causado por las personas divorciadas que llevan una vida adultera. Uno no puede ponerlos en pie de igualdad. La defensa para la admisión de los divorciados vueltos a casar a la función de padrinos y catequistas en última instancia, no tiene como objetivo el verdadero bien espiritual de los niños, sino que resulta ser la instrumentalización de una agenda ideológica específica. Esta es una deshonestidad y una burla al deber de los padrinos o catequistas, quienes por medio de una promesa pública contrajeron la obligación de ser educadores de la fe.
En el caso de los padrinos o catequistas que están divorciados y vueltos a casar, su vida contradice continuamente sus palabras, y lo que tienen que hacer frente a la amonestación del Espíritu Santo a través de la boca del Apóstol Santiago: “ Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos.” (Santiago 1: 22). Por desgracia, el Informe Final en el numeral 84, aboga por la admisión de los divorciados vueltos a casar a los oficios litúrgicos, pastorales y educativos. Esta propuesta representa un apoyo indirecto a la cultura del divorcio y una negación práctica de un estilo de vida objetivamente pecaminoso. Por el contrario, el Papa Juan Pablo II, indica sólo las siguientes posibilidades de participar en la vida de la Iglesia, y que por su parte pretende una verdadera conversión: “Se les exhorte a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la Misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las iniciativas de la comunidad en favor de la justicia, a educar a los hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios.” (Familiaris Consortio, 84).
La no admisión a los sacramentos y a los públicos puestos, litúrgicos y catequéticos, debe seguir siendo un área saludable de exclusión, con el fin de recordar a los divorciados su serio estado espiritual y peligro real y al mismo tiempo, promover en sus almas el espíritu de humildad, de obediencia y de anhelo por la auténtica conversión. Humildad significa tener coraje por la verdad y sólo los que se someten humildemente a Dios, recibirán sus gracias.
Los fieles, que no tienen aún la disposición y la voluntad de dejar una vida adúltera, deben ser espiritualmente ayudados. Su estado espiritual es similar al de una especie de “catecumenado” en relación al sacramento de la Penitencia. Ellos pueden recibir el sacramento de la Penitencia – que fue llamado en la Tradición de la Iglesia, “el segundo bautismo” o “la segunda penitencia” – sólo si se rompen sinceramente con el hábito de la convivencia adúltera, y si evitan el escándalo público de manera análoga a como lo hacen los catecúmenos, candidatos al bautismo. El Informe Final omite llamar a los divorciados vueltos a casar hacia el humilde reconocimiento de su objetivo estado pecaminoso, porque omite animarlos a aceptar, con el espíritu de la fe, la no admisión a los sacramentos y a los puestos públicos litúrgicos y catequéticos. Sin tal reconocimiento realista y humilde de su propio estado espiritual real, no habrá progreso efectivo hacia una conversión cristiana auténtica, ya que esta, en el caso de los divorciados y vueltos a casar, consistiría en una vida de completa continencia, dejando de pecar contra la santidad del sacramento del matrimonio y de desobedecer públicamente al sexto Mandamiento de Dios.
Los Pastores de la Iglesia, y sobre todo, los textos públicos del Magisterio, tienen que hablar de manera clara en todo lo posible, ya que esta es la característica esencial de la tarea del Magisterio oficial. Cristo exige a todos sus discípulos a hablar de una manera muy clara: “ Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí”; “no, no”: que lo que pasa de aquí viene del Maligno.” (Mt 5: 37). Esto es válido, ante todo, cuando los Pastores de la Iglesia prediquen o cuando el Magisterio hable en un documento.
La sección de texto correspondiente a los numerales 84-86 del Informe Final representa, por desgracia, un grave quebrantamiento de este mandato divino. De hecho, en los citados pasajes del texto, no se abogó directamente a favor de la legitimidad de la admisión de los divorciados vueltos a casar a la Sagrada Comunión; el texto incluso evita la expresión “Santa Comunión” o “sacramentos”. En cambio, el texto, por medio de tácticas de ofuscación, utiliza expresiones ambiguas tales como “una participación más plena en la vida de la Iglesia” y “discernimiento e integración.”
Debido a estas tácticas de ofuscación, el Informe Final, ha puesto de hecho, bombas de relojería y una falsa puerta hacia la admisión de los divorciados vueltos a casar a la Santa Comunión, causando con esto, una profanación de los dos grandes sacramentos del Matrimonio y de la Eucaristía, y contribuyendo, al menos indirectamente, con la cultura del divorcio – a la difusión de la “plaga del divorcio” (Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, 47).
Al leer detenidamente el texto ambiguo en la sección del texto “Discernimiento e integración” en el Informe Final, uno se queda con la impresión de una ambigüedad muy hábil y elaborada. Uno se acuerda de las siguientes palabras de San Ireneo en su “Adversus haereses”: “De manera semejante quien conserva inquebrantable la Regla de la verdad[92] que recibió en el bautismo, reconocerá los nombres, los dichos y las parábolas tomados de las Escrituras, pero no sus teorías blasfemas. [548] Reconocerá las piedras del mosaico, pero no aceptará que la figura de la zorra sustituya el retrato del rey. Volviendo a colocar las palabras en su propio orden y en el contexto del cuerpo de la verdad, dejará al desnudo las creaciones que ellos han fantaseado y probará su falta de consistencia. Como a una tal comedia sólo le falta que se le desenmascare, y no hay entre esos payasos alguno que acabe con esa farsa, hemos pensado en primer lugar mostrar aquellos puntos en los cuales los mismos padres de tales fábulas difieren entre sí, puesto que están inspirados por diversos espíritus del error. Y, en segundo lugar, a partir de su comparación podremos demostrar, si examinamos el asunto atentamente, la verdad que la Iglesia predica y los errores enmascarados que ellos pregonan.” (I, 9, 4-5).
El Informe Final parece que deja la solución a la cuestión sobre la admisión de los divorciados vueltos a casar a la Santa Comunión, en manos de las autoridades locales de la Iglesia: con el “acompañamiento de los sacerdotes” y las “orientaciones del obispo“. Sin embargo, tal cuestión está ligada esencialmente con el depósito de la fe, es decir con la palabra revelada de Dios. La no admisión de los divorciados que están viviendo en un estado público de adulterio, es verdad inmutable de la ley de la fe católica y por consiguiente también de la ley de la práctica litúrgica católica.
El Informe Final parece inaugurar una cacofonía doctrinal y disciplinaria de la Iglesia Católica, lo que contradice la misma esencia de ser católico. Uno tiene que recordar las palabras de San Ireneo, sobre la auténtica forma de la Iglesia católica en todo momento y en todo lugar: “Como antes hemos dicho, la Iglesia recibió esta predicación y esta fe, y, extendida por toda la tierra, con cuidado la custodia como si habitara en una sola familia. Conserva una misma fe, como si tuviese una sola alma y un solo corazón (Hech 4,32), y la predica, enseña y transmite con una misma voz, como si no tuviese sino una sola boca. Ciertamente son diversas las lenguas, según las diversas regiones, pero la fuerza de la Tradición es una y la misma. Las iglesias de la Germania no creen de manera diversa ni transmiten otra doctrina diferente de la que predican las de Iberia o de los Celtas, o las del Oriente, como las de Egipto o Libia, así como tampoco de las iglesias constituidas en el centro del mundo; sino que, así como el sol, que es una creatura de Dios, es uno y el mismo en todo el mundo, así también la luz, que es la predicación de la verdad, brilla en todas partes (Jn 1,5) e ilumina a todos los seres humanos (Jn 1,9) que quieren venir al conocimiento de la verdad (1 Tim 2,4). Y ni aquel que sobresale por su elocuencia entre los jefes de la Iglesia predica cosas diferentes de éstas -porque ningún discípulo está sobre su Maestro (Mt 10,24)-, ni el más débil en la palabra recorta la Tradición: siendo una y la misma fe, ni el que mucho puede explicar sobre ella la aumenta, ni el que menos puede la disminuye.” (I, 10, 2).
La sección del Informe Final sobre los divorciados vueltos a casar, evita confesar cuidadosamente, el principio inmutable de toda la tradición católica, y por la cual, aquellos que viven en una unión marital no válida pueden ser admitidos a la Sagrada Comunión únicamente bajo la condición de que prometan vivir en plena continencia y evitar el escándalo público. Juan Pablo II y Benedicto XVI confirmaron enérgicamente este principio católico. La omisión deliberada de mencionar y reafirmar este principio en el texto del Informe Final, puede ser comparada con la evasión sistemática de la expresión “homoousios” por parte de todos los oponentes al dogma del Concilio de Nicea en el siglo IV – los arrianos formales y los llamados semi-arrianos -, que continuamente inventaban otras expresiones con tal de no confesar directamente la consustancialidad del Hijo de Dios con Dios Padre.
Tal variedad de confesiones supuestamente católicas, en nombre de la mayoría del episcopado del siglo IV, causó una actividad eclesiástica febril, con reuniones sinodales continuas y una proliferación de nuevas fórmulas doctrinales; todas ellas con el denominador común de evitar la claridad terminológica, es decir, de evitar la expresión “homoousios.” Del mismo modo, en nuestros días los dos últimos Sínodos de la familia han evitado nombrar y confesar con claridad el principio de toda la Tradición Católica: que los que viven en una unión marital no válida pueden ser admitido a la Sagrada Comunión únicamente bajo la condición de que prometan vivir en completa continencia y de que eviten el escándalo público.
Este hecho queda también demostrado, por la reacción inequívoca e inmediata de los medios de comunicación seculares y por la reacción de los principales defensores de la nueva práctica no-católica, la de admitir a los divorciados vueltos a casar a la Santa Comunión mientras mantienen una vida de público adulterio. Por ejemplo, el Cardenal Kasper, el Cardenal Nichols y el Arzobispo Forte, afirmaron públicamente que de acuerdo con el Informe Final, uno puede suponer que de alguna manera se ha abierto una puerta a la Comunión para los divorciados vueltos a casar. Existe también un número considerable de obispos, sacerdotes y laicos que se regocijan a causa de la llamada “puerta abierta” que encontraron en el Informe Final. En lugar de guiar a los fieles con una clara e inequívoca enseñanza , el Informe Final provocó una situación de oscurecimiento, de confusión, de subjetividad (el juicio de la conciencia del foro interno de los divorciados) y un particularismo doctrinal y disciplinario no-católico, en una cuestión que está conectada esencialmente al depósito de la fe transmitida por los Apóstoles.
Aquellos de nosotros que en nuestros días defienden enérgicamente la santidad de los sacramentos del Matrimonio y de la Eucaristía son etiquetados como fariseos. Sin embargo, dado que el principio lógico de no contradicción prevalece y el sentido común funciona, lo contrario es cierto.
Los ofuscadores de la Divina Verdad en el Informe Final se parecen más a los fariseos. Ya que con el fin de conciliar una vida en adulterio, con la recepción de la Sagrada Comunión, han inventado, habilidosamente, una nueva letra, una nueva ley de “discernimiento y de integración”, con la introducción de nuevas tradiciones humanas contra el mandamiento cristalino de Dios. Estas palabras de la Verdad Encarnada van dirigidas a los promotores de la denominada ‘agenda de Kasper’: “anulando así la Palabra de Dios por vuestra tradición que os habéis transmitido” (Marcos 7: 13). Aquellos que durante 2.000 años hablaron sin descanso y con una mayor claridad acerca de la inmutabilidad de la Verdad divina, a menudo a costa de sus propias vidas, también serían etiquetados en nuestros días como fariseos; y así serían etiquetados San Juan Bautista, San Pablo, San Ireneo, San Atanasio, San Basilio, San Tomás Moro, San Juan Fisher o San Pío X, por mencionar sólo los ejemplos más brillantes.
El resultado real del Sínodo en relación a la percepción de los fieles y de la opinión pública laica fue la de que prácticamente hubo un solo foco con la cuestión de la admisión de los divorciados a la Santa Comunión. Se puede afirmar que el Sínodo, en cierto sentido, resultó ser a los ojos de la opinión pública el Sínodo de adulterio y no el Sínodo de la familia. De hecho, todas las bellas afirmaciones del Informe Final sobre el matrimonio y la familia quedaron eclipsados ​​con las afirmaciones ambiguas en la sección del texto de los divorciados vueltos a casar; un tema que ya estaba confirmado y decidido por el magisterio de los últimos Pontífices Romanos en fiel conformidad con la práctica y la enseñanza bi-milenaria de la Iglesia. Por lo tanto, es una verdadera lástima, que los obispos católicos, los sucesores de los Apóstoles, utilicen asambleas sinodales con el fin de hacer un atentado contra la práctica constante e inmutable de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio, es decir, la no admisión de los divorciados que viven en una unión adúltera a los Sacramentos.
San Basilio en su carta al Papa Dámaso, hizo un retrato realista de la confusión doctrinal causada por aquellos eclesiásticos que buscaban un compromiso vacío, y una adaptación al espíritu del mundo en su tiempo: “Las tradiciones son menospreciadas; las artimañas de los innovadores están de moda en las Iglesias; ahora los hombres son más bien organizadores de sistemas maliciosos que teólogos; la sabiduría de este mundo que obtiene los más altos premios es la que ha rechazado la gloria de la Cruz. Los ancianos se lamentan cuando comparan el presente con el pasado. Los más jóvenes son los más dignos de compasión, porque ellos aún no saben de lo que han sido privados “(Ep 90, 2).
En una carta de San Basilio al Papa Dámaso y a los obispos occidentales, se describe la situación confusa en el interior de la Iglesia de la siguiente manera:
“Se trastornan los dogmas de la religión; se confunden las leyes de la Iglesia. La ambición de los que no temen al Señor salta a las dignidades, y se propone el episcopado como premio de la más descarada impiedad, de suerte que a quien más graves blasfemias profiere, se le tiene por más apto para regir al pueblo como obispo. Desapareció la gravedad episcopal. Faltan pastores que apacienten con ciencia el rebaño del Señor. La libertad de pecar es mucha. Y es que quienes han subido al gobierno de la Iglesia por empeño humano, lo pagan luego consintiéndolo todo a quienes pecan. La maldad no tiene límite; los pueblos no son corregidos; los prelados no tienen libertad para hablar. Porque quienes adquirieron para sí el poder o la dignidad episcopal por medio de los hombres, son esclavos de quienes les hicieron esa gracia. Y ahora la misma reivindicación de la ortodoxia es vista en algunos círculos como una oportunidad para el ataque mutuo; y los hombres ocultan su mala voluntad privada y pretenden que su hostilidad es todo por el bien de la verdad. Sobre todo eso ríen los incrédulos, vacilan los débiles en la fe, la fe misma es dudosa, la ignorancia se derrama sobre las almas, pues imitan la verdad los que amancillan la palabra divina en su malicia. Y es que las bocas de los piadosos guardan silencio, y anda suelta toda lengua blasfema. Lo santo está profanado; la parte sana de la gente huye de los lugares de oración como de escuelas de impiedad y marchan a los desiertos, para levantar allí, entre gemidos y lágrimas, las manos al Señor del cielo. Porque sin duda ha llegado hasta vosotros lo que sucede en la mayor parte de las ciudades: la gente, con sus hijos y mujeres y hasta con los ancianos, se derraman delante de las murallas y hacen sus oraciones al aire libre, sufriendo con gran paciencia todas las inclemencias del tiempo, esperando la protección del Señor. La fe, que de los Padres que hemos recibido; la fe que sabemos que está estampada con la marca de los Apóstoles; a esta fe asentimos, así como a todo lo que fue canónica y legalmente promulgado en el pasado.” (Ep. 92, 2).
Cada período de confusión a lo largo de la historia de la Iglesia, es a la misma vez una posibilidad para recibir muchas gracias, de fuerza y coraje, y también la oportunidad de demostrar nuestro amor por Cristo, que es la Verdad encarnada. Cada bautizado, cada sacerdote y cada obispo prometieron una fidelidad inviolable; cada uno según su propio estado: a través de las promesas bautismales; a través de las promesas sacerdotales; a través de la promesa solemne en la ordenación episcopal. De hecho, todos los candidatos al episcopado prometieron: “Voy a mantener puro e íntegro el Depósito de la Fe, según la Tradición, que fue siempre y en todas partes conservada en la Iglesia.” La ambigüedad que se encuentra en el apartado de los divorciados vueltos a casar del Informe Final contradice el citado voto solemne episcopal. Aún así, todos en la Iglesia – desde el simple fiel a los custodios del Magisterio – deberían de decir:
“Non possumus!” Yo no aceptaré un discurso ofuscado ni una puerta falsa, hábilmente ocultada para la profanación del sacramento del Matrimonio y de la Eucaristía. Del mismo modo, no voy a aceptar una burla al sexto mandamiento de Dios. Prefiero ser ridiculizado y perseguido en lugar de aceptar textos ambiguos y métodos insinceros. Prefiero la cristalina “imagen de Cristo, la Verdad, en lugar de la imagen del zorro adornado con piedras preciosas” (San Ireneo), porque “yo sé a quién he creído”, “Scio, Cui credidi!” (II Timoteo 1: 12 ).
02 de Noviembre de 2015
+ Atanasio Schneider, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa María en Astana
[Traducción por Miguel Tenreiro. Artículo original]

Nota de Rorate Caeli:



Su Excelencia el Obispo Atanasio Schneider, uno de los prelados más visibles que trabajan para la restauración de la Misa latina tradicional y para la fe, ha escrito una respuesta al Sínodo (de casi 5.000 palabras) en exclusiva para nuestros lectores. Cualquier persona puede reproducir o enlazar este artículo, pero se debe hacer referencia a Rorate Caeli como fuente, y si se reproduce la traducción a la edición española.
Queremos expresar nuestra más sincera gratitud a Su Excelencia por tomarse el tiempo para analizar y expresar sus puntos de vista sobre uno de los eventos más importantes en la historia de la Iglesia – que él también lo ve como una “puerta trasera” para la Sagrada Comunión para los adúlteros, como el rechazo de las enseñanzas de Cristo y como un Informe Final (Relatio Finalis) lleno de “bombas de relojería”.
En los próximos días, publicaremos de nuevo otra entrevista de Su Excelencia, con una gran variedad de temas distintos. Mientras tanto, les traemos este importante trabajo en exclusiva, para nuestros lectores.